El 24 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis con el reto en el ámbito nacional y regional de conseguir cumplir el Objetivo de Desarrollo del Milenio que consistente en comenzar a reducir la propagación de esta enfermedad. Además, la Asamblea Mundial de la Salud ha aprobado una estrategia hasta 2035 con la que pretende poner fin a esta epidemia mundial, “Fin a la TB”, que contempla como meta reducir a nivel mundial el 95% de la mortalidad y el 90% de la incidencia asociada a esta enfermedad.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa, curable y prevenible, causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. La enfermedad casi siempre afecta a los pulmones, aunque también puede afectar a otros órganos como los riñones o el cerebro. Existe tratamiento antibiótico eficaz que se mantiene a lo largo de 6 meses.
Según datos de la Consejería de Sanidad, en 2008 se registró una tasa de incidencia de 17.5 casos de tuberculosis notificados por 100.000 habitantes. En 2022 el número de casos notificados se redujo, con una incidencia de 6.7 por 100.000 habitantes.
La evolución de la incidencia de tuberculosis en España ha sido de tendencia descendente, con una disminución de casos notificados año a año con un ligero repunte en el 2018. En Cantabria la evolución ha sido similar, como se ve representado en la siguiente gráfica:
En España, desde la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, se ha desarrollado desde marzo de 2019 un “Plan para la prevención y control de la tuberculosis en España”, que busca detener la transmisión de la tuberculosis a través del acceso universal a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento.
En el caso de la tuberculosis, la prevención y el diagnóstico temprano son especialmente importantes, ya que, además de mejorar la situación de las personas enfermas con tuberculosis, permite detectar personas con infección tuberculosa latente, es decir, personas infectadas por el bacilo de la tuberculosis pero que aún no han desarrollado la enfermedad ni pueden transmitir la infección, pero conforman el reservorio humano de la enfermedad.
En 2022, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria elaboró una guía para profesionales de Atención Primaria, ‘Manejo de la tuberculosis en atención primaria’, con lo que se busca mejorar el diagnóstico precoz de la enfermedad, la vigilancia, el rastreo de los contactos y la prevención y tratamiento, tanto en personas portadoras como enfermas con tuberculosis.