El uso de mascarilla en el transporte público dejará de ser obligatorio el 8 de febrero

El bajo número de contactos y contagios registrados en los medios de transporte justifica la decisión de revocar la obligatoriedad del uso de mascarilla, según los datos recogidos durante el rastreo de la COVID-19 entre 2020 y 2021 y analizados por el Observatorio de Salud Pública de Cantabria (OSPC).

La mayoría de los contactos con casos confirmados de COVID-19 se dan en situaciones de tipo social (47.1% del total), seguidos de otro gran porcentaje de contactos que se dan en los hogares (35.5% del total). El resto de los contactos se registran en las escuelas (10.3%), en el trabajo (4.8%), en los centros sanitarios (0.8%) y en el transporte público (0.4%).

Entre los contactos que se registraron con el sistema de rastreo en Cantabria, tan solo el 0.4% se atribuyeron a exposiciones en el transporte público. De modo que el riesgo de contagio en los medios de transporte es muy similar al riesgo de contagio general de la COVID-19, lo que justificaría la decisión de suprimir el uso obligatorio de la mascarilla en los medios de transporte públicos.

A día de hoy (8 de febrero 2023) la obligación del uso de mascarilla solo se mantendrá en centros sanitarios, ya que, pese a que se registre un número bajo de contactos, el riesgo de contagio es muy elevado. Más del 50% de los contactos en centros sanitarios terminan contagiándose por la COVID-19, lo que justifica el uso continuado de medidas de protección no farmacológicas en estos centros.